lunes, 22 de febrero de 2010

La pena vuela tan despacio

Y ahora aguantar el desenamoramiento....
La consciencia peleó contra la inconsciencia y gano para dar paso a la pena, esa pena que  te agarra y que no te suelta ni para respirar, comer, dormir, trabajar...
¿Y qué haces? Reconocerla, odiarla, asumirla, y esperar a que vuele la pena.
Quiero que se vaya, pero vuela tan despacio.
Y menos mal que existen las palabras para sacarla a pasear.